jueves, 31 de enero de 2013

La historia de Pepito...


Hola, chicas…
Hoy ando por casa antes de lo normal porque he tenido la mañana libre, así que aprovecho para hacer una entrada especial…Es una historia un poquito larga, pero tan preciosa, que me vais a permitir escribir unos renglones más que los de costumbre…

A primeros de diciembre del año pasado, fui una tarde a comprar con mi hija algunas cositas que faltaban para empezar a montar el portal de Belén para Navidad… Eran las cinco de la tarde y acababan de abrir, así que la tienda—un bazar chino, ¡cómo no!—estaba vacía…de repente, uno de los encargados se dirige a mí y me dice, con su típico acento…. “Señora, el perro no puede entrar”…esto me sorprendió mucho, primero porque yo no llevaba perro y segundo porque me volví y no vi nada….y claro, ¿cómo iba a verlo? Cuando me doy la vuelta otra vez, veo a mi hija en el suelo acariciando un pequeño chiguagua, canelita claro, con unos ojazos preciosos….”ese, ese, señora”, repetía el encargado….y entonces, antes de poderle contestar y decirle que el perro no era mío, ya sentí que la Navidad nos había traído un regalo por adelantado….

Mi hija no hacía más que abrazarlo y el perrito no hacía más que besarla, y digo bien, porque a pesar de la carita de miedo que tenía, le lamía las manos sin parar y le acercaba la carita como si quisiera  abrazarse a ella y darle las gracias por reparar en él...aún llevaba el collar y la cadena arrastrando...

Entonces vino la chica española que atiende en la caja y me dijo que el perrito había entrado detrás de nosotras, que lo había visto por la calle (la tienda está en una rotonda muy transitada de la ciudad) y que pensaba que lo habían abandonado. Mi hija, que ya lo tenía en brazos y se negaba a soltarlo, me suplicó que lo lleváramos al veterinario para ver si tenía microchip y podíamos localizar a su dueño…y yo no me pude negar…

Pero el veterinario nos confirmó que no tenía microchip y que lo mejor era poner una denuncia por si el dueño aparecía, algo que ya me empezaba a sonar raro, porque un perrito así no se tiene sin identificación, así que empecé a sospechar que en realidad lo habían abandonado…

Y como no os quiero aburrir más, os cuento que puse la denuncia; me dijeron que esperase un mes y si no aparecía el dueño, podía quedármelo yo….También puse anuncios en los periódicos locales y pregunté en la tienda durante las primeras semanas, por si alguien pasaba a reclamarlo…pero nada de nada… Llamaron varias personas para adoptarlo, si el dueño no aparecía, pero estaba claro desde el primer minuto que, si no aparecía su dueño, el perrito no saldría de casa…Así que pasado ese mes, volvimos al veterinario y cumplimos con todos los trámites…y por fin, Pepito, que así le hemos puesto--¡quién sabe cómo se llamaría! … mira que hemos probado nombres, pero no reaccionaba con ninguno—ya es uno más de la familia….

Los niños, encantados, mi madre, encantada, porque ha encontrado un compañero tranquilo y fiel para compartir sus diarios capítulos de telenovelas... mi marido, bueno, pues se tira al suelo a jugar con él como si fuera su primer hijo, jejejejeje…. y yo, que aunque no soy de acariciar perros, por mi alergia, le agradezco que me reciba con ese rabito inquieto y esa mirada tierna…Así que todos contentos con Pepito, que junto con Duqui, mi linda perrita, ya es uno más de la familia….

Pepito, a las puertas del veterinario…todavía con mirada triste y asustado…

Ese mismo día, ya más tranquilo en brazos de mi hijo...




Y aquí ya "como Pepito por su casa" preparado para salir a pasear...

Bueno, espero que os haya gustado la historia de Pepito..."nuestro" Pepito...
Un abrazo,
Elena



6 comentarios:

  1. Me encanta la historia de Pepito,un perro muy inteligente,pues su olfato no le fallo,sabía que habia encontrado a su familia.

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    1. Gracias, Mayte...creo que tuvo buen olfato, porque desde luego llegó como el mejor regalo....y estamos encantados con él...es tan bueno y tan cariñoso...y eso que dicen que los chiguagas son ariscos...este desde luego no lo es...
      Besitos, preciosa!

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  2. Hola Elena a mi estas historias me encantan, siempre te dejan ese sabor a bienestar y con una sonrisa en la cara que no tiene precio, es bello pepito...un abrazo para los dos.

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    1. Gracias, Dhiurkyz, la verdad es que es un perro lindísimo, por fuera y también por dentro, porque es de lo más cariñoso y tan tierno...
      Un abrazote, guapa.

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  3. Elena todas las chicas del foro hemos vivido contigo la historia de Pepito, y estamos contentas de que el perrito encontrara el sitio adecuado para quedarse...
    un abrazo

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  4. Gracias, Julia. La verdad es que ha sido una hermosa historia con final feliz...aunque todavía hay "sustillos" en casa. Cuando vinieron a visitarme el otro día Pilar con María R.B y sus esposos, mi madre, que sólo conoce a Pilar, me llamó muy en secreto, con cara de preocupación, para preguntarme si venían a llevarse a Pepito, pensando que habían aperecido los dueños...y no sabes qué cara de alegría se le puso cuando le dije que no, que eran amigos míos...En fin, que ya es de la familia.
    Besitos

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